Vistas de página en total

12/26/2004

SU CANCIÓN

Andrés desenfunda con cariño su Lolita, la mejor de sus guitarras españolas y un apéndice más de su cuerpo. Acto seguido, mientras el cielo llora por la ausencia de tantos hombres buenos, comienzan a destilar hermosas notas que hacen que Inés esboce una sonrisa y derrame una lágrima. Sus manos, imaginariamente entrelazadas, acaparan todo el calor de una tarde de febrero fría. Andrés canta bajito, y le susurra al oído Palabras De Amor del maestro Serrat. La dosis diaria que recuerda a Inés con quién debe soñar y cual debe ser su primer pensamiento al alba. Es su alimento en vena, la jalea real que remienda las heridas de su plomizo corazón.
Al acabar Andrés enfunda la guitarra de forma parsimoniosa. Hoy ha sido otra tarde más. Otro veintitrés de febrero que se vuelve a repetir. Desgastado por el esfuerzo alza las pupilas y desentierra sus rodillas del barrizal. Allí, en el gélido mármol, permanece inscrito su nombre con la fecha del inicio de una imprevista ausencia. Aturdido, Andrés deja el ramo de rosas rojas encima de la lápida mientras sus ojos son tormenta y sus manos flan de huevo. Arrecia la lluvia y Andrés empieza a correr en dirección opuesta a Inés ¡Corre Andrés! No pares de correr que Inés no deja de llorar allí arriba.
Corre hasta que el sol regrese y ella te olvide del todo. Hasta rasgar las cuerdas de la guitarra que custodias entre pecho y espalda.
Corre hasta que olvides la letra de su canción.

ECHM

12/19/2004

AMORES PERROS

Pensé y repensé en mis amores perros, en aquellos que habían dinamitado mi corazón a barrenazos. El pensamiento se tornó ahogo y decidí salir a dar una vuelta. Temblé ante la idea de encontrar un día claro, traslúcido, y me armé con unas potentes gafas de sol. También cogí el desengrasante anímico y un par de chocolatinas para ocupar las papilas gustativas.
¡Menos mal que aún retengo un par de besos en el paladar! ¡Menos mal que la pareja de siempre continuaba besándose en el banco del parque aledaño! ¡Menos mal que todavía no les han llegado los amores perros! Esos rabiosos amores perros que atacan y contagian enfermedades y prozac.
Alivio, eso sentí a verles entrelazados en un beso sin fin, adolescente y puro. Robé una gran bocanada al aire y me largué de allí como alma que lleva al diablo.
Continué pensando en amores perros, desgraciados, sin finiquitar como la hipóteca del piso, eternos y desdeñados. Apartados, aislados pero aún latentes. Parte de mi, parte de ellas, parte del silencio y de la complicidad que nace en la sonrisa espontánea con solo mirarse, con la inmediatez de un gesto, con el roce fortuito o premeditado. Con todo esto y con el beso que desuella. Virus del alma sin antídoto. Asumo que el placer siempre proviene del dolor y a la inversa. Es un principio. También me resigno a ser un punto más en una inmensa galaxia. Asumo este dolor de cuello que nace de tanto mirar las estrellas.
Nadie puede vivir sin amores perros, sin flechas anquilosadas. Son un capítulo no cerrado. Historia que ayuda a entender nuestra historia. Nuestro paso por estos parajes y nuestro modus vivendi.
Yo reniego de ellos y a la vez estoy enamorado y los cuido. Para ellos el mayor de mis abrazos y el peor de los tiros de gracia.

ECHM

12/12/2004

20:37

- Descríbeme lo que ves- me inquirió el ciego entre crecientes sollozos-
- Hay un gran valle, un valle rodeado de montañas con miles de vaquitas que pastan resabiadas. Ajenas al mundanal ruido, se entretienen cuidadosamente en hacer círculos que son perfectos. También hay grandes árboles frutales y un intenso olor a jazmín, ¡huele ahora! Cientos de cervatillos descienden la colina para visitar el riachuelo donde beben agua mientras vigilan a los más pequeños, que juegan. Se persiguen veloces y destilan una vitalidad desbordante. ¡Prueba el agua tú también! Es cristalina, como lo son tus ojos cuando miran.
Una pareja de ancianitos pasea por la vereda, mientras una hoja que ha desertado de su madre naturaleza se aposenta distraída en el hombro del viejecito. ¡Seguro que los ves! El cielo anaranjado, se empeña en no explotar, mientras los últimos rayos de un orgulloso rey sol bucean en el río y alimentan árboles y praderas.
Confía en mi si ahora te digo que no hay paraje más precioso que el que te estoy narrando. ¡Solo tienes que usar la imaginación!

20.37 horas. Ya es oficial. Lo dicen las radios y los canales de televisión. En un plis será portada en todos los periódicos. Ha estallado la Tercera Guerra Mundial, y en breve el mundo será un gran Hiroshima. Devastación nuclear.
Entonces, el futuro del planeta Tierra estará en manos de los ciegos. En manos de los que miran con el corazón

11/11/2004

AHORA QUE...

He aquí algo del Maestro....Sabina
He aquí la infinita sabiduria que dan las drogas
He aquí el verbo tembloroso que nace del alcohol
He aquí la canallesca voz fecundada en mil y un cigarrillos
He aquí la poesía en estado puro, cuando unas cuantas palabras escritas titubeantes pueden más que cien discursos vacuos
He aquí ese sentirse vivo sufriendo.
Ahora que.....
tengo un alma que perder
Ahora que no te debo ni me debes
Ahora que me perfumo cada día
Ahora que nos mojamos cuando llueve
Ahora que no te engaño todavía
Ahora que parecemos colegiales
Ahora que sale gratis ser feliz
Ahora que no me culpas de tus males
Ahora que me han devuelto el mes de Abril
Ahora que nos besamos en los parques
Ahora que hacemos tantas tonterías
Ahora que estas a tiempo de olvidarme
Ahora que no te quiero todavía.


Brutal....como la vida misma....!!!!!Quien no ha sentido esto joder!!!!
Yo quisiera ser como usted....
ECHM

11/07/2004

AMORES QUE MATAN

Cuando estaba nervioso a Evaristo Matutano le daba por comer patatas. Aunque más que comer deglutía, y más que patatas aquello se asemejaba a un amasijo de aceite y grasa. Como eso de estar nervioso era una costumbre bastante frecuente, era extraño no verle destilando salitre y royendo como un perro anémico.
Tía Engracia se hacía cruces cuando lo veía y le repetía, incansable, que se buscara novia de una vez.
- ¡Ay Evaristo! Si tu padre levantara la cabeza y te viera ahí postrado engullendo como un poseso. ¡Cuando te buscarás una mujer que te cocine de verdad!
- Las patatas me dan lo que las mujeres ni por asomo pueden soñar ofrecerme –respondía altivo-. Saben de rechupete y están ahí cuando las necesitas.
- ¡Acabarás reventando como tu santo padre!- se ausentaba maldiciendo-
Fue una tarde de invierno, cuando el viento soplaba de poniente y los perros del Tío Edmundo aullaban advirtiendo alguna desgracia. Evaristo había quedado con la Trini, para ir al cine. La Trini era una muchacha regordeta también apodada la Paella, ya que tenía el rostro repleto de pecas. Siempre lucía unas graciosas coletas que sus compañeros de clase estiraban y estiraban hasta conseguir sacarla de sus casillas y arrancarle un llanto.
Evaristo se había pasado la mañana entera comiendo patatas de todo tipo, color y textura. Fritas o cocidas, con sal o sin insípidas. Todas le valían aquel día en que los nervios le carcomían. Quería causar una grata impresión en aquella primera cita con la Trini, y cuando se acabaron las existencias de casa tiró de la botica de Genara, la “Cuatro ojos”.
Cuando partió hacia el lugar de la cita el cuerpo apenas le respondía a los estímulos cerebrales y cada paso era una tortura. Cada calle una utopía y cada cuesta una penitencia. Evaristo no dejó de comer patatas en todo el trayecto. Hasta la mismita esquina donde escondido como un amante descubierto in fraganti saboreaba los últimos restos supervivientes a su glotonería.
Evaristo saludó a la Trini con dos efusivos besos mientras un gran eructo luchaba por salir desaforado. El paleto apenas opuso resistencia y el estruendo fue tal que varias vecinas asustadas asomaron a los ventanales, rulos incluidos.
La Trini se empezó a acojonar camino del cine. Evaristo respiraba con serias dificultades y emitía sonidos guturales de ultratumba. Se repetían los eructos amén de otros gases que fluían a sus anchas. Sacaron las entradas para la película de romanos y mientras la Trini visitaba el excusado Evaristo se aprovisionaba de patatas hasta los dientes.
La Trini apenas abría la boca. A decir verdad hubiera deseado que se le hubiera tragado la tierra, o tal vez una planta carnívora. Evaristo engullía y engullía mientras de su frente brotaban mares de sudores. Los botones del pantalón reventaron y los de su camisa, recién estrenada, envidiosos siguieron su camino.
Fue cuando un león se merendaba a un romano cuando la situación se tornó dantesca. Evaristo tenía el rostro amoratado como una patata pasada y las venas de sus manos amenazaban desborde. Entonces sucedió la gran explosión. Evaristo reventó e innumerables pedazos de patatas mezclados con carne y vísceras se expandieron por todos los rincones del recinto.
No se salvó ni el proyector, ni el acomodador ni la mojigata vendedora de refrescos. Las paredes, los retretes, asientos y demás enseres quedaron cubiertos de una viscosa capa de desvarío que pasaría a la historia local.
A su entierro no asistió ni la Trini, y en su lápida Tia Engracia, todo ironía, hizo que rezara la siguiente esquela:
“Hay amores que matan”.

También fue el nacimiento de la fábrica de Matutano, pero eso, claro está, es otra historia.

ECHM

11/06/2004

Te pareces a aquel sueño....

Te pareces a aquel sueño
De amaneceres rojizos
Y crepúsculos azucarados
- tan lejanos-

Me recuerdas aquel rostro
De facciones imposibles
Y sonrisas estudiadas
-ya olvidadas-

Puedes ser la madrugada
O un inquieto escalofrío
La lágrima compartida
O un verso recién nacido
-con tanto dolor parido-

Te pareces a aquel río
Que nunca pasa dos veces
Me pregunta disgustado
¿Dónde se fueron sus besos?
-caducados-

Puedes ser aquella estrella
O un perpetuo desafío
Aquel perro abandonado
O el mendigo de la esquina
-resignado-

Te pareces a aquel sueño
De fiestas sempiternas
De solemnes cumpleaños
-estudiados-

Puedes ser el revisor
De mil trenes sin destino
O quizás aquel cupido
De flechas envenenadas
-en mi pecho anquilosadas-

Me recuerdas al vacío
¡Maldito dolor de muelas!
A una estufa sin candela
Chimenea sin rescoldo
-fuego inerte, amanerado-

Te pareces a aquel gato
Trepador de enredaderas
Maullador insaciable
Vagabundo de tejados
-por la hambruna desquiciado-
O tal vez a aquel pescado
Que pico un anzuelo
-equivocado-
Un viejo acurrucado
Inerte y tembloroso
Esperando la muerte
-que no llega-
Ese caramelo desgastado
En la boca del príncipe
El cascabel que le puse
A un gato equivocado
-gato malvado-
El rayo que avisa al trueno
El despistado pecado
Los vestigios de la tregua
Los restos de la batalla
-perdida, ametrallada-
El amor de dos rateros
El queso de los ratones
El féretro del olvidado
Las cartas de un preso enamorado
-marchitas, extraviadas-
El éxito póstumo del genio
La sonrisa de un cadáver
El miedo en tus ojos
El sabor de los años
-perdidos, descontrolados-
O quizás a ese borracho
El que abraza las farolas
El que asesina a la noche
El que estimula al alba
-con un beso verdadero, apaciguado-
Una novia apaleada
Un libro finiquitado
El hielo que se deshace
El fuego que se apaga
El agua que se evapora
La tierra que se erosiona
El sonido que se expande
El padre que te acongoja
La risa que te contagia
La caricia que desarma
El pisotón de un cojo
La mirada de un tuerto
El talismán de un gafe
Los abrazos del mutilado
La alegría del pobre
Las miserias de los ricos
El amante de la luna
La paciencia de un santo

Te pareces a mis sueños
De delirios amarrados
De palabras insípidas
-¡lanzadas en vano!-

Me recuerdas a aquel grito
A fotos de despedida
A un último giro
A una última mirada
-de soslayo-
Que en mi memoria habita

Te pareces a aquel sueño
De amaneceres rojizos
Y crepúsculos azucarados
- tan lejanos-



ECHM

MIENTRAS TANTO

Mientras tus ojos
-ausentes-
sigan postrados en mi retina
-perenne-

Mientras mis sabanas
-huecas-
Me abofeteen con tu ausencia
-descarnada-

Mientras una luna
-brillante-
Me devuelva tu rostro
-inmaculado-.

Mientras mis paseos
-solitarios-
Acaben en un rompeolas
-erosionado-
De alguna playa
- ya desierta-

Mientras algún viento
-azotador-
Me devuelva tu olor
-intenso-
Y tus palabras
-susurrantes-

Mientras mil bares
-consolantes-
Destrocen mi boca
-sucia-
Y mis pupilas
-lluviosas-

Mientras voltees mi cerebro
-perturbado-
Destroces mis nervios
-consumidos-
Flageles mi alma
- sangrante-

Mientras tanto
Sienta tu aliento
Tan cerca
Que me caliente
Vea tus ojos
Tan fijos
Que sea un reflejo en los charcos
Y el tiempo que nos separe
Sea efímero
Como una vida bien vivida
Y el espacio tan breve
Como la falda de una colegiala
Y tu imagen tan difusa
Como el dibujo de un niño

Mientras tanto
-déjame-
Que siga llorando
-desconsolado-
Tu puta ausencia
-desgarradora-
Que siga corriendo
-desaforado-
Tras una ilusión
-malparida-
Que me siga metiendo
-compulsivo-
Ensuciando mis venas
-desbordadas-
Pateando mi cerebro
-corrupto-
Destrozando recuerdos
-repiqueteantes-
Desatando tormentas
-devastadoras-

Mientras tanto

¿Qué?
-sombra perpetua--
Déjame seguir viviendo
-¡ladrón de sueños!-


ECHM

11/01/2004

CORAZÓN DE TRAPO

- Dispara
Y le disparó. Disparó
disparó
disparó
disparó
disparó
disparó
disparó
¡Y disparó!
Y todo lo que consiguió fue un corazón de trapo.
- Bésame.
Y le besó. Besó
besó
besó
besó
besó
besó
besó
¡Y besó!
Mas con sus besos solo logró agujerear el corazón de trapo
- Déjame.
Y le dejó. T
Le dejó
le dejó
le dejó E
le dejó
le dejó
le dejó
¡Y le dejó!
Q
Pero al dejarle hizo que su corazón de trapo se arrugara como una pasa.
Y después de dispararle y
besarle y
dejarle U
entre mares de recuerdos
tendió su corazón
en la cuerda de tender desilusión,
desde el centró del sol
donde se secaron sus lágrimas
hasta una puntita de la luna
donde recuperó el color plateado de antaño.
Y aprendió a mezclar el sabor de un beso
con el disparo de una flecha de Cupido.
Y conoció el valor de lo perdido recordando la tarde E
en
la
feria.
Aquella tarde donde ella le dejó, después darle un beso que sonó como un disparo en todo la comarca.
- Llora
Y lloró. LLoró R
lloró
lloró
lloró
lloró
lloró
!Y lloró! O
Y recordó que un corazón de trapo no se puede zurcir
con una aguja en carne viva.
Ni se puede pedir olvido al olvido.
Y sobretodo aprendió
Que no se puede esperar que salga el sol
cuando sabes que este no calienta
los corazones de trapo acribillados a besos.


ECHM

10/30/2004

MIENTRAS EXISTAS

"Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen,
y haya
una remota posibilidad
de que estés viva
en algún sitio,
iluminada por una luz
-cualquiera-
Mientras
yo presiento que eres
y te llamas así,
con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora,
amada mía,
transido de distancia,
bajo este amor que crece y no se muere
bajo este amor que sigue y nunca acaba"

ÁNGEL GONZÁLEZ

MUERTE EN EL OLVIDO

"Yo se que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tú me crees alto,
y limpio porque tú me miras
con buenos ojos
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace inteligente,
y en tu sencilla ternura,
yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto
sin que nadie lo sepa.
Verán viva mi carne,
pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo-
el que habita...."


ÁNGEL GONZÁLEZ

10/27/2004

AMOR PLÁSTICO, PLÁSTICO AMOR

- Miénteme, ¡dime que me quieres!
- Te quiero.
Lucia lucía un traje de noche exclusivo para la ocasión, y mientras sus dedos envolvían nerviosos la copa de cristal de bohemia extrafino, una radiante sonrisa se dibujaba en su rostro.
- Ahora dime que estos son los únicos labios que has besado. ¡Dime cuan míos son tus labios!
- Ya sabes, amor, que no existe más boca para mí que la que ahora cubre ese apetitoso carmín.
Pedro sirvió a Lucia un poco más de ese vino turbador, a sabiendas que sus carrillos estaban empezando a enrojecer. Pero ¡como le gustaban esos carrillos!
Sus copas chocaron y de sus ojos brotaron destellos de felicidad que fueron a parar debajo del mantel.
- ¡Dios, como me gustan esos hoyuelos! Sólo dímelo una vez más, cielo. Dime que no me abandonarás jamás. ¡Que tus dos pupilas serán siempre como un disparo!
- Te quiero, y bien sabes que no te abandonaré jamás, Lucia.
Rendida, satisfecha y narcotizada tendió sus tersas manos hacia Pedro. Sus dedos se entrelazaron y sus lenguas formaron un laberinto húmedo sin salida. Se abrazaron sentidamente mientras sonaba de fondo el Mentiras Piadosas de Sabina que les condujo en volandas al dormitorio.
Luego de hacer el amor hicieron el amor. Después cuando ya no quedaba un ápice de amor follaron y volvieron a follar hasta la rendición.
Despertaron con el alba, y entre besos y arrumacos Pedro desprendió el tapón que protegía sus costuras. Abrió el armario y volvió a depositar a Lucia allí donde siempre habitó. Entre la añeja raqueta de tenis y el juego de café pendiente de estrenar.
Decidió entonces que allí permanecería largo tiempo. Puede que hasta su próximo aniversario. Puede que más.

10/24/2004

APOSTANDO FUERTE

- ¡Te vendo mi alma! – espetó convencidísimo-, te vendo mi alma por un te caliente.
El diablo restaba incrédulo ante tan ridícula transacción. Se enjugó el sudor frío y encendió un pitillo
- Quiero probar el te del diablo. ¡Quédate con mi alma!
El tahúr lucia larga y tupida barba blanca y portaba, como único equipaje, una ajada túnica blanca desgastada por los siglos de trasiego.
- Es mi última oferta. Mi alma y la de mis pupilos por un té caliente. ¿Firmarás?
Fue entonces cuando Belcebú se levantó, apuro el cigarrillo y con el rabo entre las piernas se evaporó en su propio humo.
Siempre le asustaron los monopolios.


Relato parido bajo los efectos del gelocatil.
ECHM

"pLuScUaMpErFeCcIa" (1º parte)

Sucede que por aquel entonces se cansó de ser perfecto y decidio que ese sería el primer día del resto de su vida. Que a partir de ese miercoles de ceniza su existencia sería pluscuamperfecta.
Se zambulló en la piscina como hacia a diario. Pero su estilo ya no era pulido ni artisticamente impecable, sino que sus brazadas eran torpes y levantaban una gran cantidad de agua. Esto ayer hubiera o hubiese sido imposible, pensó mientras tropezaba patosamente con la cuerda lateral que separa los carriles.
Saludó a su amigo Félix como nunca lo hubiere imaginado. Sus palabras ya no sonaban firmes ni enérgicas. Había perdido seguridad pero había gando en dramatismo. Ahora que ya no era perfectisimo su voz resultaba más creible por aquello de lo sentimental.
Después de una ducha demasiado caliente y tras recoger el jabón que se caía una y otra vez empeñándose concienzudamente en recordarle su pluscuamperfeccia quedó con Félix para tomar aquella cerveza que a diario les servía de excusa para arreglar el mundo.
Pero aquel día la espuma no era la justa ni su paladar demasiado exquisito, y entre Felipistas y Aznares rebuznantes se descubró embriagado, como nunca jamás lo estuvo antes. Encontrándose en tal desconocido estado, y siendo primerizo en estos avatares sucedió que la cabeza le comenzó a voltear, siéndole imposible centrar la mirada en Félix, el cual, aunque sorprendido, continuó su disertación política.
Y aunque nunca lo hubiera imaginado, esa misma tarde descubrió los sinsabores de la cerveza sin alcohol. Aquellos que le acompañarían hasta los restos.
Y sucedió entonces que los semaforos ya no se ponían verdes a su paso y que sucumbía en grandes atascos entre graznidos de claxones. Que también descubriera lo molesto de los constipados y la fiereza de los dolores de muelas. Que encontrose también con la crueldad del frío invierno y la abrumadora modorra que provoca el bochorno estival.
También, y eso si que fue lo peor, descubrió la soledad. Entonces si que hubiera o hubiese deseado ser como antes.
...Y le embargó una nostalgia nacida de su recien adquirida imperfección...

10/23/2004

Truco


La mujer, entre acrobacias, intentó alcanzar la estufa de gas butano. Estaba demasiado lejos. El reuma le tenía triturada la espalda y no lo logró. Con el teléfono en su regazo marcó el número de la policía y relató la historia. Dio la alerta, tosió hasta arrugar sus pulmones y lloró con lágrimas de vieja. Un pinchazo en el dedo gordo del pie le indicó que había estado demasiado tiempo intentando lo imposible. Sintió cómo se extendió por la pierna hasta explotar en su rodilla. De allí hasta el corazón como nada, y del corazón a la boca y a la lengua negra, de persona que ha vivido demasiado.
-La estufa… –lloraba la vieja.
Volvió a marcar el número de la policía. Y pese a que le respondieron “Funeraria Rosita, dígame” ella se empecinó y relató desde el principio de todo la urgencia, hasta que se quedó sin voz y tuvo que respirar pesadamente, haciendo ininteligibles las palabras. Colgaron y ella no tuvo ya más nervio para seguir marcando números. Abandonada a la suerte, de repente escuchó algo detrás de la puerta de la habitación. Un hombre calvo giró el pomo y pasó, su hijo. Ella advirtió cómo se sorprendió al verla así, encogida, con el auricular del teléfono sobre la falda, llorando.
El hombre refunfuñó y fue hasta la estufa de gas, cogió de encima el libro de Corín Tellado y se lo acercó resignado.
.
IHB

10/19/2004

¿LoS SuEñOs SuEñOs SoN?

Está noche soñé que me erguía adormilado y me enfrentaba al maldito espejo que cada mañana me regala el más desagradable de sus reflejos. No hay peor semblante que el de las siete y media de la mañana; los músculos dormidos, la visión de vacaciones por una irrupción de legañas, y ese que parece va a ser un eterno bostezo.
Esta noche soñé que me erguía adormilado y me enfrentaba al maldito espejo que me regala el más desagradabel de sus reflejos. Pero esta mañana ha sido diferente. Primero ha sido esa mancha rojiza en mi ojo, para poco despues convertirse en manantial de sangre que a borbotones emanaba sin freno y a gran velocidad . Primero en el ojo derecho, para contagiarse después a su tocayo colindante.
Esta noche soñé que me erguía adormilado y me enfrentaba al maldito espejo que me regala el más desagradable de sus reflejos. Y hoy, al despertar, me he sentido extraño. De un respingo me he levantado al recordar lo que me parecía tan real por entonces. He abierto la puerta del lavabo y más despierto que nunca he arrancado las legañas de mis ojos a azorosos zarpazos, no pudiendo bostezar de la excitación y hallándose mis músculos a pleno rendimiento.
Esta noche soñé que me erguía adormilado y me enfrentaba al maldito espejo que me regala el más desagradable de sus reflejos. Esta mañana volví a recordar que todo en la vida puede ser peor de lo que es. Recordé que todo va bien mientras de tus ojos no emane un manantial de sangre, que nada es definitivo hasta que no vomitas sangre por la boca.

"Ya se atisba el primer rayo. Con los dedos de una mano podéis contar los segundos que adivinan el trueno exterminador"

ECHM

10/11/2004

Los restos del naufragio

DóNDE, CUáNDO, CóMO Y POR QUé
.
Estimados amiguitos:

Nos encontamos en la vorágine que supone la elección de los relatos que finalmente serán los restos de nuestro naufragio. Os podréis hacer una idea de lo complicado que es esto de publicar un gran libro. Nosotros, acompañados por nuestros dos cerebros totalmente perturbados destilamos ideas en gran tormenta cerebral y estomacal esperando que el resultado de esta pelea pseudointelectual sea del agrado de todos vosotros. Porque no olvidéis que la causa y el motivo que nos ha impulsado a esta aventuras sois vosotros. Bueno, también alimentar nuestros insaciables egos, pero eso es inevitable claro.
Estamos en plena travesía y esperamos llegar en breve a atracar este frágil navio en el destino que más anhelamos, vuestros carnosos y enrojecidos corazoncitos.
Aunque se avecine una gran tormenta y los medios para salvar nuestras almas sean más bien precarios, la espera es más agradable cuando hay cerveza en la nevera...
Espero que esta dulce locura sea de vuestro agrado. Gracias por vuestra atención y os seguiremos informando convenientemente.

ECHM