Vistas de página en total

10/12/2008

¿Quién vengo siendo?



Es tan fina la línea divisoria entre la cordura y la locura que en ocasiones me planteo cruzar al otro lado y que todos mis requiebros mentales pasen a mejor vida. Quizás sea un acto de cobardía pero muchas veces me resulta complicado seguir adelante, cuando los pensamientos nocivos pueblan mi cerebrito y me dejan exhausto y meditabundo durante horas, días en ocasiones.

Quizás tengan la razón los locos cuando en un momento dado de sus vidas deciden cruzar la línea y hacer un corte de mangas a todos los que alardeamos de una supuesta lucidez, decisión, equilibrio y saber estar. Yo me cago en el supuesto equilibrio mental del que algunos alardean, me cago porque no me lo creo, porque no hay una fórmula mágica que consiga dotarnos de esa facultad tan etérea, tan efimera, tan ególatra por el simple hecho de ser humana.

Me olvido de que tengo que trabajar para poder vivir, pero no me olvido del fin de mi existencia y de la angustia vital que me provoca, me olvido de los cumpleaños y las navidades pasan de largo en mi calendario, pero no me olvido de que no pude retenerte entre mis brazos por toda la eternidad. Me olvidé de quererte a diario, pero no me olvido de recordar que no lo supe hacer, no me olvido de decirme a diario que no se pueden poner límites a las vidas ajenas, pero me olvido de flagelarme por una inmadurez perpetua.

No se, todo se me escapa demasiadas veces, desparraman mis pensamientos y mi karma se resiente. No hago más que dar vueltas en círculo a mi naturaleza, vueltas que por más absurdas que sean (que lo son) no por ello dejan de ser inevitables.
Entonces me planteo que quizás los locos sean más felices en su mundo inventado, o quizás yo sea un ser humano cuerdo por el mero hecho de planteármelo.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando me dí cuenta de lo breve que era la vida y lo fácil que es desaprovecharla empecé a dedicarme a ser selectivamente ignorante y voluntariamente feliz.

Cemento dijo...

La razón de la locura es carecer de ella.

Nada hay más sabio que ansiarla y nada más cruel que ser demasiado cuerdo.

Pedro dijo...

Sí que es fina la linea, sí. Y es cierto tiene su atractivo, lo malo es que no creo que haya vuelta atras y yo personalemte desconfio. Ya se sabe, aplico aquello de más vale malo conocido, que bueno por conoceer.


Un saludo,


Pedro.